viernes, 7 de octubre de 2011

Noruega durante la Prehistoria

Mesolítico. Hacia el 8000 a. C. Escandinavia conoce una mejora de tipo climático a finales del periodo Drias reciente, que hace habitable a esta región, hasta entonces cubierta por los hielos. En este momento se sitúa el Mesolítico (v.) nórdico del que conocemos diversas facies culturales. La má's antigua es la civilización de Maglemose, que ocupó Dinamarca y las regiones meridionales de Suecia y Noruega. Esta cultura está caracterizada por una industria lítica para el trabajo del hueso con el que se fabricaban agujas, punzones y pequeños puñales. Los maglemosienses vivían de la caza, de la pesca y de la recolección. Se adornaban con collares y habitaban en tiendas cubiertas de pieles. De sus costumbres funerarias conocemos pocas cosas. Enterraban a sus muertos en posición estirada, aunque en Bächsaskog (Suecia) hay una sepultura con el cadáver colocado en posición fetal.
A partir del momento climático atlántico, que supuso un clima más cálido y húmedo y un aumento de los bosques, aparecieron poblaciones, localizadas en las costas de E., cuya base económica descansaba en los productos del mar. Su civilización, llamada de Ertebölle, se caracteriza por ser de tipo cazador y pescador. No despreciaban los mariscos, por cuanto en sus habitats se han hallado grandes montículos de conchas marinas, los famosos Kjökkenmöddingers. También consumían grandes cantidades de focas y pájaros acuáticos, a juzgar por los restos hallados. Esta civilización perduró hasta la época neolítica, viviendo en simbiosis con las poblaciones portadoras de las novedades de tipo económico y social que aquella revolución supuso. En este momento fabricaron vasos de factura grosera, de panza redondeada y fondo puntiagudo. Su industria de la piedra se caracteriza por instrumentos microlíticos de forma romboidal y puntas de flecha de corte transversal. Asimismo poseyeron arpones y anzuelos de.hueso. Por lo que al norte de E. se refiere, se conocen las culturas de Fosna y Konsa, caracterizadas por una industria lítica muy grosera. Las poblaciones estaban compuestas por cazadores y pescadores que tenían un utillaje de piedra compuesto por hachas, puntas de flecha pedunculadas y romboidales, raspadoras y buriles. Estas facies culturales mesolíticas perduraron durante milenios y hubo que esperar el óptimo climático atlántico para que estas regiones fueran neolitizadas. Los primeros agricultores se instalaron en E. hacia el 3000 a. C.
El Neolítico escandinavo empieza con la civilización llamada de los gobeletes en forma de embudo, nombre debido a su característica cerámica. Esta civilización fue traída por un pueblo de agricultores, originarios del centro de Europa, que se dedicó a roturar grandes zonas de bosque y entró en contacto con las poblaciones mesolíticas de la cultura de Ertebölle. Estos neolíticos arraigaron pronto en el país, y se conoce algo de su habitat. Así, el de Barkaer en Jutlandia presenta un tipo de casa de planta rectangular de enormes dimensiones (80X3 m.), dividida en 26 habitaciones de más de 3 m. cada una. Estas gentes utilizaban hachas de sílex que jugaron un gran papel en la roturación de los grandes bosques. En Källgards, en la isla de Gotland, se halló un depósito con más de 16 hachas de sílex. la cerámica propia de esta cultura se caracteriza por una decoración impresa en bandas verticales colocadas sobre el vientre de las vasijas. Esta etapa neolítica utiliza aún el sistema de enterramiento en fosas individuales cubiertas por un túmulo. Este tipo lo hallamos sobre todo en Dinamarca. Contemporáneamente a esta etapa comienza la colonización megalítica en las zonas occidentales y septentrionales de E. Se conocen algunos poblados, como los de Troldebjerg y Dümmerlohausen, en Dinamarca, compuestos de grandes habitaciones de madera, en forma rectangular. En una fase más reciente se usan las hachas de talón delgado elaboradas en piedra.
El megalitismo escandinavo está ligado a las poblaciones prospectoras de metales, procedentes de la península Ibérica durante el III milenio, y representa la incorporación del norte de Europa a las corrientes civilizadoras procedentes del Mediterráneo oriental. Esta etapa conoció un gran florecimiento debido a la riqueza en ámbar báltico, exportado por vía terrestre hasta el Adriático, de donde llegaba a los centros consumidores mediterráneos. El grupo megalítico occidental posee dólmenes con cámara sepulcral rectangular y corta galería. En cambio, en la zona septentrional, donde existía una tradición de enterramientos individuales en cista, aparecieron dólmenes simplificados, versión megalítica de las cistas anteriores. Más tarde se erigieron dólmenes de corredor dentro de la tradición constructiva occidental ibérica.
Edad del Bronce. Hacia mediados del II milenio, E. comienza a producir instrumental de bronce, y se inicia de este modo una floreciente etapa que hay que situar en la fase II de Montelius para el Bronce nórdico. Se fabrican en este momento hachas de talón, en forma de abanico, hachas de combate, puñales, espadas y puntas de lanza. Cambian los ritos funerarios y los difuntos se entierran bajo túmulos, paralelos a los del centro de Europa y que datan de la misma época. Se los encuentra bordeando las costas: Dinamarca, Escania e isla de Gotland, y son famosos los de Muldbjerg, Skrydstrup, Egtved y Borum Eshoj en Jutlandia. En cuanto al arte de esta época, el carro solar de Trundholm, en Selandia representa un caballo tirando de un carro de seis ruedas que soporta un disco solar vertical. Contemporáneamente, se desarrolla en la península escandinava un arte rupestre de temática agrícola y ganadera que utiliza los mismos signos que las demás culturas europeas de la Edad del Bronce, como son las ruedas, las espirales, los círculos concéntricos y las huellas de pies. La figura humana ocupa un lugar destacado y se la representa ya a pie, ya a caballo o a bordo de naves. Este arte perdura hasta la segunda mitad del I milenio.
La segunda etapa del Bronce medio escandinavo (periodo III de Montelius) se caracteriza por el rito de incineración de los cadáveres, aunque el enterramiento continúa bajo túmulos. A esta fase pertenece la sepultura de Kivik (Escania) y la de Grunhof-Tesperhude (Lanenburg). En cuanto a la evolución del utillaje metálico, pueden citarse las fíbulas terminadas en espiral por ambos extremos, las espadas de puño macizo que coexisten al lado de las de empuñadura en espiga con puño de madera o hueso. Aparecen también anchos brazaletes estriados, fabricados en bronce y en oro. Son propios de esta época los ricos recipientes de oro, decorados con motivos geométricos y puntillados, hallados en depósitos del norte de Alemania en Eberslde, Kiel y Werder; de Dinamarca, en Gerndrup, Avernako y Ejby; y de Suecia meridional.
El periodo del Bronce reciente (Montelius IV) en E abarca desde el 1100 al 450 a. C., y sus fases finales son ya paralelas a la primera Edad del Hierro en el centro de Europa, de la que recibe no pocas influencias. Se generaliza el rito de incineración, que ya había comenzado en el periodo anterior. De esta época se conocen numerosos depósitos votivos hallados en las turberas. En Nors (Dinamarca) se encontraron 100 barcos de reducidas dimensiones, cubiertos por una delgada chapa de oro; en Lavindsgaard Mose (Dinamarca) apareció un gran vaso bicónico de bronce, de influencia netamente hallsttática, que contenía 11 copas de oro, algunas de ellas con un mango acabado en una cabeza de animal. Todo el conjunto procede del centro de Europa y llegó a Dinamarca por el comercio. La industria local produjo largas espadas, navajas de afeitar rectangulares, pinzas, agujas, peines, fíbulas cuyo arco acaba en dos discos abombados, y los llamados lures o trompetas serpentiformes. Todo ello indica un gran florecimiento de la metalurgia en este periodo. La segunda fase del Bronce reciente (Montelius V) continúa la expansión de la metalurgia, cuyos productos son más pesados y barrocos. En Escania y Dinamarca las sepulturas de urna forman ya verdaderas necrópolis, y hacia finales del periodo algunas urnas adoptan la forma de casas, como la de Stora Hammar en Suecia. En la isla de Gotland y sur de Suecia aparecen tumbas en forma de estructura de barco que persistirán largo tiempo y conocerán nuevo favor en época vikinga. Finalmente, el periodo Montelius VI marca el fin del arte broncista escandinavo y el paso a la Edad del Hierro.
Edad del Hierro. Los comienzos del Hierro escandinavo son paralelos a la época de La Tène europea, por lo que toda la primera Edad del Hierro o Hallsttat (v.) corresponde al Bronce final. Este, que en aquellas regiones conoció un gran florecimiento, al llegar la Edad del Hierro experimenta una fuerte decadencia achacada al abandono por parte de los celtas del comercio con la Europa septentrional, en provecho de las regiones mediterráneas. Las importaciones de bronces hacia el norte cesaron y, por otra parte, la siderurgia no estaba lo bastante desarrollada en E. como para producir en cantidad objetos de hierro; la arqueología demuestra que en ciertas zonas de Suecia hubo tal decadencia que produjo un hiatus en la sucesión de las culturas. En este país conocemos algunas tumbas de incineración muy pobres. En Lagerlunda (Ostergótland) se han encontrado dos tumbas conteniendo calderos y espadas, de inspiración céltica. Hacia finales del s. I la situación mejora, apareciendo tumbas con ajuares más ricos. En Dinamarca, las circunstancias son muy parecidas, pues cesa completamente la producción en bronce. En Hjortssprius (isla de Als) se encontró un barco de guerra de 18 m. de largo que contenía gran cantidad de armas de hierro, también de inspiración céltica. Otros hallazgos demuestran que la relación con los celtas no fue esporádica. Así, el caldero hallado en Bra (Jutlandia), los dos carros de la turbera de Dejbjerg y otras interesantes piezas son importaciones del centro de Europa.
La prehistoria escandinava se prolonga a lo largo de todo el Imperio romano y Baja Edad Media, y finaliza con la entrada en la Historia de los vikingos (v.) a fines del I milenio de la Era cristiana.
Periodos romano, migratorio, y vikingo. La dominación romana no llegó a E.; sin embargo, la cultura latina se dejó sentir en estas remotas regiones gracias, principalmente, al reino de los marcomanos, quienes, instalados en la actual Bohemia, establecieron rutas comerciales que por el Elba se internaban en f utlandia. Otra ruta alcanzaba al Báltico siguiendo el Vístula, y muy importante fue la que desde el norte de la Galia llegaba a E. a través de las islas Frisias y del Holstein. La influencia latina fue tan sentida que en época vikinga la amonedación escandinava seguía aún el patrón metrológico romano; la palabra ertog (peso) parece que deriva del latín denarius argenteus.
Una zona particularmente influida por el mundo clásico fue la de Selandia y demás islas danesas. En numerosas tumbas de esta región han sido hallados magníficos vasos de bronce y plata, como los de Hoby (Dinamarca), con magníficos relieves representando escenas de la Ilíada. En Suecia y Noruega los hallazgos romanos son más esporádicos. Otro aspecto de la influencia romana fueron las importaciones de armas, pues, junto a la espada germánica de un solo filo propia del periodo de La Tène, aparecen los gladius de dos filos, cuya importación queda demostrada por las marcas latinas en sus hojas.
Hacia la segunda mitad del s. V se inicia el llamado periodo migratorio, conectado con los movimientos de pueblos bárbaros que invadieron el Imperio romano y que a la larga acabaron con él. Arqueológicamente se caracteriza en E. por la gran riqueza de la orfebrería del oro, relacionada evidentemente con los fuertes tributos en este metal que tuvieron que pagar los emperadores romanos, a fin de tranquilizar sus fronteras. Aparecen abundantes collares, pulseras, pendientes, fíbulas y adornos de armas en este metal precioso. Los hallazgos de Öland y Västergötland nos informan sobre este periodo. Las necrópolis pertenecientes a esta época son poco conocidas, destacan tan sólo las de Jutlandia y Selandia, siempre con ritual de cremación. A este periodo corresponde la aparición de la escritura rúnica (v.), de la que hay muestras sobre estelas de piedra, como la de Uppland. Destacan también las esculturas de piedra de las islas Gotland. A la región oeste de Noruega corresponden las llamadas «pie. dras blancas sagradas», especie de monolitos hechos con mármol blanco, de indudable carácter religioso.
Hacia el 800 comienza el periodo vikingo, conocido históricamente por sus razzias en Britania, Galia, Hispania y zona central del Mediterráneo, donde llegaron a crear un reino en la isla de Sicilia. La colonización vikinga llegó hasta Islandia y Groenlandia y, tal vez, al norte de América. Otra rama colonizó las llanuras del centro de Rusia, fundando el reino de los varegos en la actual región de Moscú. El arte vikingo es eminentemente abstracto, destacando sus obras geométricas sobre madera (v. VIKINGOS II).

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